El departamento de La Guajira, parte más nororiental del país, limita al norte y al oeste con el mar Caribe y al este con Venezuela. Está dividida en 3 grandes regiones, Alta, Media y Baja Guajira. Sus áridos desiertos, el rugido del mar Caribe y el viento salvaje la hacen en nuestra opinión más que merecedora de ser visitada.
Como ya mencionamos en nuestro post “Que ver en Colombia” quisimos salirnos un poco del típico itinerario que leíamos en la mayoría de blogs que consultamos antes de nuestro viaje. Buscábamos contacto con la naturaleza, autenticidad, cultura y aventura. La Guajira lo tiene todo. Nos informamos, planeamos, descubrimos y disfrutamos muchísimo.
Llegamos a Riohacha, capital del departamento y nos alojamos en el hostal Nueve Uno (habitación mixta con baño compartido, suficiente para pasar la noche). Salimos a conocer la ciudad y tuvimos la suerte de toparnos con una exposición muy interesante sobre el pueblo wayúu en las calles. Varios carteles presentaban información sobre su lengua, el wayuunaiki, personas importantes relacionadas con este pueblo indígena y lugares importantes para ellos. Para los que como nosotros no conozcáis al pueblo wayúu, es el grupo indígena más numeroso en Colombia y uno de los más importantes en Venezuela. Esta comunidad conserva aún hoy sus tradiciones culturales, su apego a la tierra y su propia lengua, entre otras cosas. Se dedican mayormente al pastoreo, a la caza, a la pesca, a la producción textil y en menor medida, a la cerámica. La tradición textil es muy importante y significativa para ellos. Es más que una práctica cultural y una herencia de sus ancestros, es una forma de expresar su día a día como lo sienten y lo desean. El arte de tejer se transmite de generación en generación, de madres a hijas desde temprana edad. Estos tejidos que elaboran están presentes en herramientas de su vida cotidiana como redes de pesca, mantas, mochilas y hamacas o chinchorros. Tejer no es solo una afición, forma parte de su cultura. El arte de tejer dibujos se conoce como Kaanás y cada símbolo tiene un significado. La mayoría de los diseños representan elementos del entorno y la naturaleza que rodean la vida cotidiana de este pueblo.
Antes de viajar a Colombia nos informamos sobre cual era la mejor forma de conocer esta zona. En varios blogs pudimos leer que puede llegar a ser complicado visitar la zona por tu cuenta. Una vez estuvimos allí entendimos el porque. Es muy fácil perderse en el árido desierto guajiro. Una vez pasado Uribia, municipio ubicado en la Alta/Media Guajira, no existen carreteras por lo que creemos importante visitar la zona con alguien que la conozca. Por otro lado, una de las tristes realidades de la zona es la condición de pobreza en la que muchas personas viven. Durante nuestro tour de 3 días por la Alta Guajira pasamos por muchísimos “peajes” que los habitantes de la zona montan y en los que hay que pagar para poder seguir adelante. La situación es verdaderamente difícil.
Hay muchas agencias que ofrecen distintos tours a varias zonas de La Guajira. Nosotros decidimos confiar en History Travelers. Leímos buenas reseñas sobre la agencia (respetuosos con la comunidad, calidad de sus guías) y decidimos contactar con ellos. Paola y Juan David, siempre atentos y dispuestos, contestaron a todas nuestras preguntas y planificaron nuestra aventura con todo detalle. Finalmente nos decantamos por el tour de 3 días y 2 noches a Alta Guajira. Pagamos 820.000 pesos con la oportunidad de conocer proyectos locales. Al final del post encontrarás el enlace a su página web.
A las 08:00 Yuglio, nuestro guía wayúu, nos estaba esperando. Pasamos por la oficina a dejar nuestro equipaje más grande y allí conocimos a Paola y Juan David. Nos dieron una pequeña charla sobre lo que conoceríamos los próximos días y fue aquí donde nos informaron sobre lo que sucede en La Guajira, esa parte más triste y difícil de la que antes hemos hablado. Durante el tour hicimos una parada en Uribia para comprar agua, panela, caramelos, café y otros productos con los que pagaríamos los peajes. Ver a personas de todas las edades, pasar horas bajo el sol, en zonas remotas donde el viento sopla con una fuerza inmensa, es algo verdaderamente difícil. Pensar en las condiciones en las que viven para enfrentar esta realidad es doloroso, es una situación muy complicada.
Salimos sobre las 09:30 desde Riohacha dirección a las Salinas de Manaure. Hicimos una pequeña parada donde nos explicaron como de forma artesanal extraen y procesan la sal. Desde aquí pusimos rumbo a Uribia y seguimos hasta Cabo de la Vela. Comimos en este pequeño pueblito, estaba todo riquísimo. Pedimos pescado con arroz de coco y banano y unos buenísimos dulces de coco que le compramos a un muchacho que se acercó al restaurante. Por la tarde descubrimos algunas de las maravillas guajiras. Llegamos a playa Arcoíris, un sitio espectacular. Desde aquí a playa Dorada, donde pudimos darnos un baño y admirar el precioso paisaje desde el Pilón de Azúcar. La próxima parada el Ojo de Agua y el mirador Tortuga. Paisaje espectacular. Aquí vimos el atardecer en el faro, fue precioso. Pasamos un día de diez. Volvimos a Cabo de la Vela a descansar.
A las 06:30 en píe para desayunar y ponernos en marcha hacia Punta Gallina. Nos esperaba un viaje largo. Montamos en el coche y empezó la aventura por el desierto. El paisaje es espectacular. Llegamos a playa Soldado y dimos un paseo antes de comer. Seguimos nuestra ruta hasta las Dunas de Taroa. ¡Vaya sitio! Las enormes dunas terminan en el imponente mar Caribe. El rugido de las olas te hace sentir pequeño ante la grandeza de la naturaleza.
Desde aquí fuimos a Punta Gallinas, el punto más al norte de Colombia y Sudamérica. Dimos un paseo por la zona y encontramos muchísimos esqueletos de erizo de mar y coral. Volvimos al coche para llegar a Bahía Hondita. Aquí fue donde conocimos 2 de los proyectos locales. Por un lado, el proyecto de conservación de las tortugas marinas de Bahía Hondita y Punta Gallinas y por otro el proyecto de artesanía wayúu. Dedicaremos otro post a contarte más sobre ellos.
Volvimos al alojamiento donde pasaríamos la noche. Desde nuestra habitación pudimos ver un maravilloso atardecer, un sol naranja inmenso y precioso. Cuando se hizo de noche pudimos disfrutar de las estrellas, la vía láctea se veía espectacular.


Nuestra aventura llegaba a su fin. A la mañana siguiente nos levantamos pronto ya que nos esperaban unas 7-8 horas de viaje hasta Riohacha. Nuestra última parada antes de llegar a nuestro destino final fue la playa Mayapo, comimos aquí y pudimos relajarnos un rato antes de volver a Riohacha. Volvimos a alojarnos en el hostal Nueve Uno por una noche más. Al día siguiente nuestro vuelo salía muy pronto, destino Pereira. Nos gustaría recomendarte un pequeño café que descubrimos callejeando por Riohacha, Pinchigüel café. Tomamos un jugo de corozo y probamos el bizcocho salado de maíz morado que realizan de forma artesanal en el mismo café.
Enlaces de interés: agencia con la que realizamos nuestra ruta por La Guajira https://historytravelers.com/; Pichigüel café: un pequeño local que descubrimos en Riohacha, lo encontrarás en instagram @pichiguel1420
Antes de cerrar el post nos gustaría hacerte una recomendación, un documental: Unidos después de nuestro sufrimiento: masacre en la Bahía Portete - narra los trágicos eventos ocurridos en abril de 2004 en la comunidad wayúu de Bahía Portete, ubicada en la Alta Guajira. Un grupo paramilitar irrumpió en la zona y cometió una masacre que dejó varias personas asesinadas, desaparecidas y obligó a muchas familias a desplazarse forzosamente a Venezuela. El documental explora las historias de resistencia, dolor y lucha por la justicia de las víctimas wayúu, destacando su proceso de organización comunitaria para preservar su cultura y memoria, así como para exigir justicia y reparación. El documental está disponible en YouTube.